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​Student Stories

Ryo estudió japonés en ICLC en Okinawa para conectar con sus raíces okinawenses. Comenzó con conocimientos básicos y fue mejorando poco a poco gracias al uso diario del idioma y a experiencias culturales como el Eisa y el Ryukyu Buyou. Conoció a su familia, hizo amistades locales y participó en talleres. Ryo aprendió no solo el idioma, sino también el valor de aceptar y vivir la cultura local.

Ryo

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"Fue significativo conectar a través de una identidad Uchinanchu compartida, a pesar de las diferencias culturales y lingüísticas."

​Ryo

ANTES DE VENIR A OKINAWA

Escuché sobre la escuela ICLC por medio de mi primo, quien la había asistido hace muchos años y me la recomendó porque se adapta a mi estilo de aprendizaje. En ese momento, estaba trabajando a medio tiempo en la empresa de mis padres y pensando en los próximos pasos de mi vida. Aunque había visitado Okinawa muchas veces, nunca tuve la oportunidad de explorar profundamente mi herencia okinawense ni de participar en festivales locales como el Obon, el Festival de Verano de Naha, el Festival del Soga-tira, y muchos otros que no conocía bien. Este programa me pareció una gran oportunidad para explorar una parte de mí mismo con la que no había conectado profundamente.

MOMENTOS MÁS MEMORABLES VIVIENDO EN OKINAWA

Conocí a mis parientes, y lo más increíble fue que ya conocía el área a la que me mudé, porque allí hay un cementerio donde está enterrada la familia por parte de mi padre.
Tuve la oportunidad de entrenar, tocar y conocer a un grupo de Eisa llamado Ryukyu Koku Matsuri Daiko en Okinawa. Fue un honor ser invitada a presentarme con ellos en un evento llamado Zento Eisa, aunque fue una lástima no haber podido ver todo el evento.
Fue genial poder usar el japonés fuera del aula en conversaciones reales durante las prácticas de baile Eisa, y también hacer nuevos amigos.
También participé en actividades de Ryukyu Buyou, de la misma escuela a la que asisto en Brasil. Fui allí para aprender más. Gracias a la práctica, logré comunicarme más o menos, y los maestros fueron muy pacientes conmigo. ¡Fue muy divertido!
Gracias a mi amiga, hice nuevas amistades con personas de Okinawa y tuve la oportunidad de explorar nuevos lugares. Fue una experiencia muy agradable.

JORNADA DE ESTUDOS DE JAPONÊS

Antes de venir a Okinawa, solo sabía leer hiragana, katakana y algunos pocos kanji. Me colocaron en clases de nivel principiante y estudié durante un año. Mi objetivo era disfrutar de Okinawa, tener tiempo para explorar y conocer nuevos lugares.
Al principio, ya conocía la gramática básica, algo de vocabulario y kanji. Pero estar en la clase de principiantes fue útil para repasar gramática que había olvidado.
Después de seis meses de estudio, me di cuenta de que había memorizado muchas palabras nuevas y que podía usarlas en la vida diaria, lo cual me ayudó a comunicarme mejor. Al comienzo del año, solo podía hablar japonés muy básico debido a mi vocabulario limitado.
Desde la segunda mitad de 2024 hasta marzo de 2025, el japonés se volvió cada vez más difícil. Cada vez que aprendía nuevo vocabulario o un nuevo capítulo, me costaba memorizar todo en poco tiempo. Tan pronto como terminaba una prueba, ya venía el siguiente capítulo con más vocabulario, y no podía memorizarlo todo. Olvidaba algunas palabras mientras intentaba aprender otras nuevas; esa fue la parte más difícil.
Pero encontré un método que funcionó para mí. Es cansado, pero cuando tienes exámenes, es una forma de aprender.

LO QUE GANÉ ESTUDIANDO EN ICLC

En ICLC, mejoré mi japonés y me volví mejor en la comunicación que antes. Participé en sesiones de conversación en japonés entre estudiantes y profesores. Pero la mejor parte de mi experiencia fue conocer a estudiantes universitarios, lo cual fue organizado por ICLC.
Fuera de las clases, participé en un taller de Bingata y en una clase sobre la cultura Uchinanchu organizada por ICLC. Bingata fue muy divertido: pude ver el proceso en persona y llevarme a casa la obra que creé.
También disfruté conocer a estudiantes de diferentes países del mundo, especialmente formar lazos fuertes con estudiantes Uchinanchu de otras regiones. Fue muy significativo conectarnos a través de una identidad Uchinanchu compartida, a pesar de las diferencias culturales y lingüísticas.
Siempre traté de comunicarme solo en japonés con mis amigos, ya que no entiendo muy bien el inglés. Lo comprendo mejor por escrito, pero para hablar, dependo del japonés—¡y ellos también me hablan en japonés!

CONSEJOS PARA FUTUROS ESTUDIANTES

Para los uchinanchu, recomiendo unirse a un grupo de taiko o Ryukyu Buyou en su país de origen, porque cuando vengan a Okinawa, hay escuelas específicas donde pueden entrenar y practicar las danzas de manera relajada usando el japonés. La comunicación ayuda a perder el miedo y a mejorar tanto la comprensión auditiva como la expresión oral.
Si ya formas parte de un grupo artístico, ten en cuenta que nunca será exactamente igual que en tu país. Mi consejo es: no pienses “prefiero cómo es en mi país” o “mi país es mejor”. Tienes que aceptar la cultura local, intentar vivirla y acostumbrarte. Si no la aceptas, todo se vuelve más difícil y desmotivador.

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